El pasado domingo por la noche, mientras cenaba, me avisó una amiga de que en La 2 estaban haciendo un documental sobre sexualidad femenina titulado "En busca del punto G". Con ese nombre, inmediatamente activó mi curiosidad, así que corriendo (con toda la velocidad que ofrecen unas muletas y mi habilidad natural para controlarlas) puse la televisión. Comprobé que se encontraba ya en su parte final por lo que decidí verlo más tarde por internet (que haríamos sin ti).


A raíz de esto, formaron un equipo de médicos y enfermeras que exploraron las paredes vaginales de 400 mujeres para encontrar el punto exacto que se hinchaba al estimularlo y el que al hacerlo suelen tener ganas como de "orinar". Dicho punto se encuentra entre las "11 y las 12 del reloj" (para entendernos) y le dieron el nombre de Punto Gräfenberg, en honor al ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, que en la década de los 50 ya señaló esa zona erógena que había pasado desapercibida hasta entonces. Unos años más tarde empezó a tomar protagonismo gracias al libro publicado por Beverly Whipple y sus colaboradores "The G-Spot and Other Recent Discoveries About Human Sexuality". En dicho manual hablan sobre lo que habían observado durante su investigación. Explican que el punto G está asociado a el tipo de orgasmo que las mujeres asociaban al orgasmo vaginal, pero que no todas las que lo experimentaban, tenían una eyaculación femenina. Este estudio médico trajo mucha cola, ya que, como muchas veces ocurre gracias a la prensa, elevó las expectativas de la gente en el terreno sexual (cómo no había ya mitos entorno a la sexualidad, total uno más). Se decía (o se dice) que la estimulación del punto G era el mejor sexo que se podía obtener, y como es lógico, mujer o pareja que se proponía encontrarlo y no lo conseguía, se frustraba porque pesaban que había algo que no estaban haciendo bien.
En ese instante comencé a pensar en cómo cambian las cosas en un momento; Whipple con su estudio pretendía aliviar a las mujeres que pensaban que sufrían un tipo de "incontinencia urinaria", y decirles que no, que esto simplemente se producía por la estimulación sexual de un determinado punto de la vagina. Pero a consecuencia de esto, las mujeres que no conseguían encontrarlo tenían la sensación de que se estaban perdiendo algo. Es decir, las que al principio eran las pacientes se convierten en las privilegiadas, y las que eran aparentemente "normales" en las que "no hacen algo bien en la cama". ¿PERO QUÉ TENEMOS EN LA CABEZA?
Uno de los testimonios que salían como "personas frustradas por el punto G" me hizo recuperar la esperanza ya que dijo <<Todos podemos sentir placer en la vida de formas muy diferentes>>. En mi opinión, ahí está la clave. Sí, sabemos que existe el punto G, pero no por ello vamos a frustrarnos si no llegamos al orgasmo estimulándolo o si, por el contrario, llegamos al orgasmo pero no llegamos a eyacular.
Es importante recordar que la sexualidad en general y el sexo en particular, está para disfrutarlo. Si nos empeñamos en hacer algo para obtener un resultado, dejará de ser divertido.
Dicho esto os animo a intentarlo, no para obtener un resultado, eso no nos importa, sino simplemente para tener una excusa para conocernos más y mejor. ¡DISFRUTADLO!
La Alquimista Sexual
Da gusto encontrar una sexóloga que cree en el punto G, porque por lo que he leído los sexólogos no suelen creer ni en el punto G ni en el orgasmo vaginal. Para ellos todo gira en torno al clítoris. Y eso puede hacer bastante daño. Conozco mujeres que tienen problemas con la estimulación del clítoris y prefieren correrse desde la vagina. Para otras es al revés, claro.
ResponderEliminarEs increíble como a estas alturas de la película se desconozca la diverdiada y a la vez la individualidad del placer.cada mujer, cada cuerpo es diferente y cada persona debe ir descubriendo como vibra su cuerpo.La cuestión es permitirselo y experimentar.
ResponderEliminarMe gusta mucho la moraleja del artículo: disfrutar del sexo y no centrarse en un objetivo.
ResponderEliminarUn saludo desde www.sexoapilas.com
Pues claro que existe! No importa si es la parte interna del clítoris u otra cosa. El caso es que cuendo me estimulo ese punto tengo unos orgasmos brutales que no consigo de ninguna otra forma. Para encontrar ese punto recomendaría el uso de algún juguete sexual específico para estimular el Punto G
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